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Sheriff! Sheriff!

La historia de Walter Bulacio


"Matar un rati para vengar a Walter y en toda la Argentina comienza el carnaval.."

 

A 15 años 

 

WALTER BULACIO - OBRAS (19/04/91)

El 19 de Abril de 1991, antes del recital en Obras de Los Redondos, personal policial de la comisaría 35 (que se encontraba supuestamente para reforzar la seguridad) detuvieron "preventivamente" a cuarenta muchachos, mayoritariamente menores de edad. Entre estas personas se encontraba Walter Bulacio, que había llegado desde la localidad de Aldo Bonzi con unos amigos. Los testigos coinciden en que los chicos fueron llevados a la comisaría casi arrastrándolos, con profusión de palos y golpes a mansalva. Walter fue trasladado de la comisaría al Hospital Pirovano y de allí al Fernández para finalmente ser llevado al Sanatorio Mitre. El día 26 de Abril Walter Bulacio murió a causa de un aneurisma (tumor sanguíneo causado por la dilatación de una arteria), pero todos los que presenciaron los hechos no dudan en afirmar que él había sido detenido en Obras en perfecto estado. Un cantito de Las Bandas se instaló como protesta en todos los recitales de Los Redondos..."Yo sabía, yo sabía, a Bulacio lo mató la policía".
En el estadio de River Plate, el Indio Solari le dedicó Juguetes perdidos a Walter, entre otros, "qué está en la platea alta". Repitió en Uruguay.
"Siempre preferimos no televisar nuestros sentimientos, así como no propiciar vínculos institucionales que actuen de mediadores en nuestras relaciones de exclusivo caracter emotivo. Somos por el momento, nuestros propios testigos, y es bastante... Por las caracteristicas de la dinámica televisiva, los medios de informacion apelan a los recursos efectivistas que degradan los sentimientos, por ejemplo el de repetir los actos de dolor poque la grabacion lo exige... Por supuesto que estamos en contra de los edictos y de la aplicacion de leyes tan vagas y amplias que permiten arrestar a cualquier en el momento mas conveniente... No queremos que la television nos de ordenes. El dolor es unico e instransferible y por eso nos negamos a su desnaturalizacion... El dolor es real, la televisación del dolor no..."
"Aquel día siempre será otro, distinto, negro... No puedo encontrar la sensacion, pero tampoco olvidar que fue muy doloroso..."
"La abuela de Walter Bulacio, su familia, sus amigos, ellos son los únicos a quienes de verdad les duele lo ocurrido. Gracias a Dios los amigos de Bulacio son todavía gente que va a ver a los Redonditos. Esos pibes saben como es y entienden de que manera nosotros nos manifestamos con respecto a esos temas" (Pagina 12 - 1993)
"Si algo sale mal el garrón nos lo comemos nosotros. Lo de Bulacio nos excedia, no era nuestra responsabilidad, pero son cosas que las cargas. Con todo eso el grupo comenzo a tener una magnitud en los medios y en lo politico. Estuvimos de acuerdo con lo que paso con los edictos y todo eso, pero alentar a los politicos...¡De acá! Estuvimos donde teniamos que estar y no donde se nos reclamaba que estuvieramos. Y los partidos politicos nos reclamaban porque vieron la enorme convocatoria del grupo" (Poli a Clarin - 1998)
"...Esto tiene que ver con lo que les preguntabamos antes: hasta donde tienen que dar explicaciones que no quieren dar. En una nota que les hizo hace cuatro años Claudio Kleinman, el decis que ustedes a veces tenian que dar explicaciones como si a Bulacio lo hubiesen matado ustedes...
Indio: Bueno, mirá, vos hablaste casualmente de un asunto que nosotros en su momento describimos cómo fue la circunstancia y quedó todo en el aire. El otro día leía un articulo que salió en Noticias sobre (Luis) Clur, que fue el director de noticias de Telenoche y otros noticieros, muy premiado, ganó no sé cuantos Martín Fierro. Es una pena que no lo haya traído. Contaba que en la época del Reporter Esso hicieron repetir no sólo la paliza de la policía, sino que hablaron con los tipos a los que reprimieron. Repitieron todo: con la policia y los manifestantes. Eso lo dice él. Todo el mundo volvió a representar eso. Como cuando ves a esa madre que llora sin lagrimas porque el hijo ya aparecio, pero hay que recrear el dolor. Y yo creo que el dolor es una de las pocas cosas genuinas que quedan. Uno no puede estar recreando el dolor porque viene Varela Cid y salir todos en eso. Y hay tantos intereses creados que desgraciadamente esto de lo que hablabamos antes de la elegancia y del espiritu de los que nos hemos formado de otra manera, no tolera. Yo no creo que se pueda mentir en nombre de la verdad, ni que te puedan encarcelar en nombre de la libertad. Creo qye esas cosas de que el fin justifica los medios no es una de mis ecuaciones preferidas. Pero claro, como está tdo dibujado de esa manera, todo el mundo aprovecha estas circunstancias para salir a dar su mensaje con distintos intereses. Cuando uno se sustrae y lo vive de otro lugar...que tampoco fue de esa manera, porque los chicos fueran a alguna marcha, pero ahi estaba Varela Cid y les pedian autografos...
Skay: Lo primero que vimos fue, cuando fuimos al colegio, que dijeron "repitamos el acto que viene Canal 13". Y hubo que repetir todo.
- ¿Estuvieron en un acto ustedes?
Indio: Yo no porque soy la estampita, tengo que ver primero que pasa antes. Y paso todo eso, asi que ni en pedo fui. Pasa de todo, se transforma en una especie de cosa que excede el marco del dolor del que se esta hablando y creo que ahi se atenta contra una cosa muy profunda, que es el dolor genuino de la gente. Es lo unico que le queda a la gente: el dolor genuino. ¿Nos vamos a meter ahi tambien? Bueno, ya esta metida la television en eso, ¿no? Y a mi me parece una cosa desgraciada. Yo no es una cosa que aplauda que suceda. No creo en toda la miseria de los talk shows o en todas esas miserias que pasan, televisando el drama de los demas. Son otras reglas de juego, la television sabra porque lo hace, pero creo que el dolor es lo unico genuino propio que queda y que se apropien de eso me parece...ahi si me parece que empieza el dolor más profundo. Entonces esas cosas que uno cuenta, o que uno ha contado pero por uno de esos milagros en los reportajes, nunca salen. Tambien pasa eso que si no haces la cancion para Bulacio... No sé, yo en un momento dije que hubiera sido más cómodo para uno, ya hasta más atractivo para atraer prensa y eso, salir abrazado a Varela Cid, y haber ido a la marcha de Varela Cid... Hacer un tema para venderlo. Yo se donde me dolio y no tengo porque darle explicaciones a nadie de donde esas cosas pulsionan. Hay una gran hipocresia en la sociedad. Es una sociedad de show, de muestra de la intimidad y creo que el dolor forma parte de la clandestinidad del espiritu. Creo que uno tiene que saber e intimamente respetar esas cosas. Lo que pasa es que hay respetos que tienen una magnitud tal que son leidos de otra manera por el standart social. Ya pagaremos esa cuenta. No me importa.
Volviendo al tema Bulacio, yo había leido en una nota que ustedes tienen contacto con los amigos de él. ¿Es cierto?
Indio: Bueno, ellos siguen yendo a los recitales. Se que van con las banderas. Pero no hemos hecho una personalizacion de se grupo. Porque la magnitud que tiene es respecto a todos los chicos que fueron, no a la banda de tal lado. Le podría haber pasado a cualquiera de ellos..." (La García - Marzo del 2000).

ENTREVISTA A MARIA, ABUELA DE WALTER

Fuente: Diario "Clarín" (27 de Abril del 2001)
Días después de la marcha y de los recitales de los Redondos en Uruguay, donde el Indio volvió a dedicar "Juguetes Perdidos" a la memoria de su nieto, este suplemento se sentó con María en un banco de Parque Rivadavia
A los 72 años, no puede evitar quebrarse en cada respuesta. Se quita los lentes, los limpia y fija la mirada en un punto lejano. "Cada vez que veo un chico parecido se me escapan las lágrimas".
¿Quién la acompaña?
Nadie, estoy sola con Tamara, la hemana de Walter que tiene 7 años y es mi única compañía. Mis hijos y la mamá de Walter están muy mal, muy enfermos. Y mi otro hijo, el papá de Walter, se murió el año pasado, de tristeza nomás.
¿Qué opinión tiene usted de los Redonditos de Ricota?
Mirá, los Redonditos fueron unos malditos también, poque cuando estábamos velando a Walter ni siquiera una flor mandaron. Y también dicen que alguna vez fueron a las marchas, pero yo nunca los ví.
Sin embargo, este domingo en Montevideo, ellos le dedicaron una canción a su nieto...
Sí, y con eso se hacen banderas. Son raros los Redondos, los chicos viven para ellos y no les importa nada más. Y con Walter se hacen los famosos, esa es la bronca que me da.
¿Y usted intentó acercarse a ellos?
Una vez tenía tanta bronca que quise ir. Fué cuando tocaron en el club Huracán, porque yo trabajaba cerca de ahí. Hice tres cuadras pero no se podía caminar de la gente que había, así que me volví.
¿En qué estado está la causa ahora?
Está en las Naciones Unidas, pero se está moviendo muy lento. En el 96 fuimos a la Comisión Interamericana a pedir justicia porque acá no pasaba nada. Al oficial Sliwa, que estaba la noche de la detención de Walter, lo tomaron por loco y lo jubilaron.
El me mandó unas cartas contandomelo todo porque estaba harto de verme llorar tanto.

TODO IGUAL, SIEMPRE IGUAL, TODO LO MISMO

Fuente: Diario "Clarín" (Miércoles 12 de Junio de 2002)

DECISION JUDICIAL: Denuncia por Bulacio
La Justicia decidió que la familia de Walter Bulacio, el chico que murió en 1991 luego de ser detenido por la Policía en un recital, no podrá seguir siendo parte en el expediente donde se investiga si la víctima estuvo presa en forma ilegal. Para sus abogados, la resolución implica que el comisario imputado en la causa "tiene garantizada la impunidad".
Bulacio (17) fue detenido el 19 de abril de 1991 en una razzia. Pasó la noche en la comisaría 35 y desde allí tuvo que ser llevado a un hospital, supuestamente por los golpes que recibió. Murió a los tres días.
La causa de la muerte nunca se pudo aclarar. El único expediente que quedó en pie fue el de la presunta privación ilegítima de la libertad agravada de Walter, con el comisario Miguel Angel Esposito -de la seccional 35- como imputado.
El caso llegó a juicio por escrito y en 1996 la querella (representada por la Coordinadora contra la Represión Policial) pidió 6 años de cárcel para Espósito. Allí se detuvo el trámite. Ahora el expediente está por prescribir (cerrarse sin resolución por el tiempo que pasó). Antes de decidir si lo cierra, la Sala VI de la Cámara de Apelaciones -integrada por Luis Escobar y Carlos González- apartó del caso a la Correpi con un argumento técnico.
"Nos sacaron del medio para que no podamos evitar que lo cierren. La decisión confirma el rol de los jueces en las políticas represivas del Estado. A Walter lo mató el Estado", denunció ayer Correpi.

POR PRIMERA VEZ EL ESTADO ADMITE SU CULPA EN LA MUERTE DE WALTER BULACIO

Fuente: Diario "Clarín" (Miércoles 5 de Febrero de 2002)

UN CASO SÍMBOLO EN LA LUCHA POR LOS DERECHOS CIVILES
El presidente Duhalde firmó un decreto aceptando una "solución amistosa" con la familia de la víctima. Eso incluye un reconocimiento Formal de la responsabilidad de la Policía Federal en lo ocurrido en 1991.
El estado argentino reconoció por primera vez en doce años su responsabilidad en el caso de Walter Bulacio, el adolescente que murió en 1991 tras recibir una paliza en una comisaría de la Policía Federal. El presidente Eduardo Duhalde firmó el viernes pasado un decreto mediante el cual aceptó que se alcance una "Solución amistosa" con la familia de la víctima. La madre del chico, que llevó el caso a la corte Interamericana de Derechos Humanos, reclama -entre otras cosas- que el Estado se declare formalmente responsable, se disculpe con ella por lo ocurrido y compense económicamente.
El decreto fue publicado en el Boletín Oficial del lunes último. Fuentes oficiales explicaron a Clarín que su firma fue una consecuencia directa de la decisión de la Corte Interamericana de tratar el mes que viene el caso "Bulacio vs. Argentina", la demanda que la familia del adolescente presentó ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos contra el Estado Nacional. Lo que se argumenta ahí es que la Argentina violó numerosos derechos civiles en perjuicio de Walter Bulacio.
En el ámbito local, el caso va a camino a cerrarse sin culpables. A mediados del año pasado, la Cámara del Crimen porteña sobreseyó al único acusado —el jefe de la comisaría donde sucedió todo— con el argumento de que el tiempo disponible para investigar el delito había prescripto. La última palabra la tiene la Corte Suprema.
El 19 de abril de 1991, Walter David Bulacio había ido a ver un recital de Los Redonditos de Ricota en el estadio de Obras, en el barrio de Núñez. Cerca de las 11 de la noche, lo detuvieron sin razones junto a otros jóvenes; lo llevaron a la comisaría 35ª, donde —se pudo probar más tarde— recibió fuertes golpes en la cara, en las piernas y en las plantas de los pies. Murió a los cinco días en el Sanatorio Mitre.
La investigación que se abrió estuvo llena de dilaciones y vacía de resultados concretos; intervinieron 36 jueces, declararon más de 200 testigos y las más de 2.100 fojas que se redactaron no sirvieron para que los responsables del crimen fueran condenados. El comisario Miguel Angel Espósito llegó a ser detenido en 1994 por el delito de privación ilegal de la libertad, pero enseguida fue liberado. En noviembre de 2002, la Sala VI de la Cámara del Crimen terminó de sobreseerlo.
Fue antes de eso, exactamente en 1997, que los Bulacio llevaron el caso al nivel judicial continental. No es ésta una instancia superior a la de los tribunales nacionales, sino que corre en paralelo. Lo que se determina en este ámbito es si la Argentina violó alguno de los derechos consagrados en el Pacto de San José de Costa Rica, que en nuestro país tiene la misma jerarquía que la propia Constitución Nacional.
Según la abogada de la familia, María del Carmen Verdú, de la Coordinadora contra la Represión Policial e Institucional (Correpi), la Argentina no respetó el derecho que el adolescente asesinado tenía a la integridad personal y a la vida. Tampoco sus garantías judiciales, porque fue detenido de forma irregular, ni el derecho de su familia a saber quién lo mató.
El caso Bulacio se convirtió así en un símbolo de la lucha por los derechos civiles. Divulgado lo sucedido aquella noche en Núñez, la Policía se vio obligada a eliminar ciertas normas internas —un polémico memorando sobre el trato a los menores— y el Congreso realizó algunas reformas en el procedimiento penal.
Mientras seguía virtualmente parado en los tribunales porteños, el caso llegó a la Comisión Interamericana con tres pedidos puntuales de los Bulacio: que el Estado argentino reconozca su responsabilidad y les ofrezca sus disculpas; que dé garantías de que modificará las demás leyes que permiten detenciones policiales consideradas arbitrarias, como la averiguación de antecedentes, y un resarcimiento económico por los daños causados.
Lo que podía hacer con eso la Comisión era publicar el detalle de los hechos, a modo de suficiente castigo para el Estado argentino, o enviar el expediente a la Corte de Derechos Humanos, para que lo analice como en un juicio oral ordinario. Eso fue lo que resolvió en 2001 y lo que finalmente se hará entre el 6 y el 8 de marzo próximo: es la primera vez que un caso de abuso policial en el país llega tan lejos.
"Hay que evitar una condena que podría ser un papelón internacional", comentaron ayer a Clarín dos funcionarios distintos del Ministerio de Justicia. En agosto, miembros de la Comisión, de visita en Buenos Aires, ya habían invitado al presidente Duhalde a que accediera a alguno de los pedidos de los Bulacio. "Acéptase la vía de solución amistosa propuesta por la Comisión Interamericana y los representantes de la víctima", comienza el primero de los siete artículos del decreto 161/2003. Además del Presidente, lo firmaron el ministro de Justicia, Juan José Alvarez, y el de Defensa, Horacio Jaunarena.

 

 

 




Walter Bulacio Walter

Walter tenía 17 años, era de la localidad de Aldo Bonzi. Aquel 19 de abril de 1991 había llegado desde su barrio natal con sus amigos para ver a Los Redondos en Obras. La policía detuvo a 40 personas sin motivos, la mayoría de los pibes eran menores de edad, uno de los detenidos fue el joven Walter Bulacio, quien fue arrastrado como tantos otros pibes hasta la comisaría, y golpeado. Fue trasladado al hospital, donde moriría más tarde a causa de los golpes de la policía. Yo sabía que a Bulacio lo mató la policía...